martes, 4 de diciembre de 2012

Cristóbal de Morales: Introitus Requiem Aeternam


Maravillado estoy desde que he escuchado esta magnífica obra de Cristóbal de Morales (1500 - 1553), uno de los tres grandes, junto con Tomás Luis de Victoria y Francisco Guerrero, de la música polifónica española del Renacimiento, en el siglo XVI. Si ya traje a este lugar una obra muy interesante de Francisco Guerrero, en esta ocasión pongo aquí una música tan celestial que me quedo sin palabras a la hora de intentar calificarla.
Cabe destacar que Cristóbal de Morales es el primero de los tres grandes que menciono y hay un detalle muy interesante. Es ver que en esta época, se mezclan de manera magistral momentos a una voz, con un tono, que podríamos señalar de un carácter más arcaico (no por negativo sino porque es muestra de la música en una etapa anterior), con momentos a cinco voces, que demuestran al tiempo una complejidad y una grandeza que uno se queda... elevado, no se me ocurre decir otra cosa.

La obra es un fragmento de una misa para difuntos, escrita para cinco voces, en el año 1544.
Aquí, podemos encontrar una referencia interesante sobre la obra de Cristóbal de Morales y la importancia que tiene en la historia de la música. Verdaderamente es una muestra clara de una evolución de la música monofónica a la polifónica, dando paso a crear sensaciones nuevas, moviendo el espíritu, elevándolo como por ejemplo hacen las obras pictóricas del Greco (realizadas en el mismo siglo pero en su segunda mitad). Personalmente observo que aunque se está tratando de una obra escrita para difuntos, se realiza una mezcla de sobriedad y exaltación del alma que resulta sublime. Es decir, se trata de una misa de difuntos, triste, pero el paso del alma a la otra vida, dentro del contexto religioso cristiano, es motivo de llegada hacia Dios, por lo que el autor nos lleva a una exaltación sin precedentes con la intención de comunicárnoslo.
Por otro lado, aquí podemos encontrar la partitura concreta de esta obra, para que veamos la riqueza de la composición y su complejidad. El resto de la composición podemos leerlo aquí.
En cuanto a la interpretación, me parece sublime y exquisita, tanto por el conjunto, Gabrieli Consort & Players, como por su director, Paul McCreesh.

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